"Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental… la verdad, es que encontrará pocas soluciones… podrá parchear cual o tal relación, pero al final… volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado, saltará en pedazos, como tantas otras veces. Porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido de antemano.
Así que lo mejor que nos podría pasar, es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures, así sabríamos de antemano cual es la fecha del final… y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones… nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la ultima décima de segundo. Aunque, si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, esta vez si, ese yogurt, pueda conservarse para siempre."
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